Hay sólo dos cosas interesantes que nos dejaron los años ‘80: el skateboard y las computadoras con juegos.
Los skaters introdujeron la rebeldía que se desvaneció en la década del 70 y las Commodore 64 trajeron la diversión que nos faltaba a los que no sabíamos andar en esas irreverentes patinetas.
Anyway, los ’80 fueron aburridísimos, llenos de bandas de música patéticas, películas inverosímiles y peinados espantosos.
Y ahora parece haber un revival de aquellos años felices, lacrimosamente felices, al menos en la industria musical.
Los actuales cráneos de las corporaciones musicales, sus artistas con sus videos, su estética y sus ideas quieren recuperar la década de las camisolas color fucsia y las polainas sobre calzas de lycra negra.
¿Se acbó el negocio de revivir los años 70 y quieren repetir la fórmula ganadora?
Un garrón. Me niego a peinarme como Richard Marx y escuchar sus horribles baladas.
Decime si te gustó algo de los ’80. Sé valiente.
Los skaters introdujeron la rebeldía que se desvaneció en la década del 70 y las Commodore 64 trajeron la diversión que nos faltaba a los que no sabíamos andar en esas irreverentes patinetas.
Anyway, los ’80 fueron aburridísimos, llenos de bandas de música patéticas, películas inverosímiles y peinados espantosos.
Y ahora parece haber un revival de aquellos años felices, lacrimosamente felices, al menos en la industria musical.
Los actuales cráneos de las corporaciones musicales, sus artistas con sus videos, su estética y sus ideas quieren recuperar la década de las camisolas color fucsia y las polainas sobre calzas de lycra negra.
¿Se acbó el negocio de revivir los años 70 y quieren repetir la fórmula ganadora?
Un garrón. Me niego a peinarme como Richard Marx y escuchar sus horribles baladas.
Decime si te gustó algo de los ’80. Sé valiente.