El lado oscuro de la catrera

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Un lado de la cama, tibio, apenas confortable.
El otro, oscuro, helado, desconocido.

De un lado, él, su soledad
y sus pensamientos proyectados en el techo.

En el lado oscuro, una presencia que opera
como un panóptico, llevándole el apunte a cada suspiro.

(Al menos eso quisiera él)

Un Yin y yang rectangular tajado al medio.