Sí, se me escapó. Básicamente, le dije a una mujer policía que era una idiota. Me paró para pedirme la licencia de conducir y todo lo demás; le mostré cualquier cosa y me retó.
–Disculpá. Es que con este calor, tengo las dos neuronas derretidas– le contesté.
–Imagínese yo, que estoy acá parada desde hace tres horas– musitó con desprecio por la condición civil.
–¡Uh! Y encima con una sola neurona, ¿no?
–…
wallace.
Hace 9 años.