Practicando arqueología en un armario con cajones viejos I

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Revolviendo, escarbando y desenterrando papeles viejos encontré estos cadáveres (en realidad amputaciones verbales hechas en conjunto con el azar):

      La aventura criolla pega en la cara inexistente.

El plástico antigás tuvo su primera mujer.

El problema hogareño demuestra la taza del éxito.

La reunión estaba entrada en años.

La cosa se convence de su liderazgo marrón.

El 51 nacional premia al recluso.

La fortuna de la familia continua con sus especias que se venden de nuevo.

Y los tiempos utilizan contenedores de 10.000 años.

El fabricante de olas es parte del Club del Clan.



Según las primeras pericias, datarían de entre 11 a 13 años atrás. Hay más restos en perfecto estado de conservación.

Todos tenemos un exquisito muerto en el ropero.